“… Hacer arte supone una revelación, porque implica sacar a relucir la verdad, que yace en lo más profundo del país, para llevarla a escena, al papel o al cuadro. Pero hacer eso entre nosotros, significa crearlo todo de nuevo (…) Se plantean entonces dos cosas: o se escribe para la gente feliz y limpia o se trabaja para darle al pueblo una expresión. Nuestra verdad está en el charco y no en la traducción de La Divina Comedia…”.
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